Caminos rurales y obras de drenaje
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Caminos rurales y obras de drenaje
La reordenación de la propiedad, tras el proceso de concentración parcelaria, lleva asociada la ejecución de nuevos caminos, que permiten dar acceso a las parcelas entregadas y la comunicación entre núcleos de población y de nuevos desagües, que garantizan el encauzamiento de las aguas circulantes.
El diseño de los caminos ha de tener en cuenta el trazado y las características del tráfico que circula por ellos. El tránsito de las zonas rurales se caracteriza por una gran variedad de tipos de vehículos que circulan por ellos -tractores, camiones, maquinaria agrícola, automóviles, etc.- y su utilización está concentrada en determinadas épocas del año y con grandes variaciones en la intensidad media diaria.
Definidas las características concretas de una zona, (composición del tráfico, intensidad del mismo, cargas por eje, velocidad media y carriles en caminos de doble circulación) se calculan los viales adecuados, quedando definido el ancho de los caminos, la pendiente longitudinal, las obras de fábrica (caños, marcos, badenes) y la sección transversal (capa de rodadura, base, sub-base y explanación mejorada).
La red de desagües diseñada debe permitir conducir y evacuar las aguas superficiales presentes en la zona, bien sean de origen natural (lluvias, escorrentías¿) o las surgidas como consecuencia de la transformación de la zona en regadío. Conocidos los condicionantes, se establece la traza, la pendiente, la sección y las obras de fábrica y defensa, que permiten que el desagüe diseñado cumpla el objetivo para el cual se proyecta, satisfaciendo las necesidades que las nuevas condiciones de la zona demandan.
El ITACyL dispone de la experiencia suficiente y de los recursos humanos y técnicos necesarios para la concreción de las características de diseño de los caminos y desagües en cada una de las actuaciones realizadas.